Oratoria y debate. Una forma de aprender diviertiéndose

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Exordio

 A final del curso pasado quedamos unos alumnos y yo para comentar la historia del debate en el colegio y lo que más me gustó fue volver a reunirme con Pablo, Javi, Clemen y Ana y echar un ratito de charla tranquila y sin prisas. Aparte de todas las clases, notas, victorias, trofeos… lo que más recordaremos serán las experiencias vividas.

Intro

Buen día. Mi nombre es Fernando Frías, y junto con un gran número de personas (véase estas y las de abajo del enlace como un botón- faltan más: Debate y oratoria | Club Maristas Málaga, allá por 2012 empecé a oír y tener contacto con el mundo del debate. Como profesor de Lengua procuro estar atento a todas las innovaciones y dinámicas que pueden hacer más atractiva y útil la asignatura y algo me llegó: no recuerdo bien si fueron antiguos alumnos, experiencias de otros profesores…, pero me entró el gusanillo de conocer más, puesto que me parecía interesante, divertido y algo teatral, disciplina que siempre me ha gustado. Poco a poco fui acercándome a este mundo, visitando las presentaciones de asociaciones en la universidad, hablando y trayendo al colegio a los oradores que, acabada su etapa escolar, continuaban formándose en este campo. En el colegio, además, se apostaba, como una de las líneas prioritarias, por la expresión oral, ya que se veía cierta carencia en este ámbito: el de presentar un trabajo, hablar con propiedad, saber dirigirse al otro con cortesía… Y es que el lenguaje configura el pensamiento y a la inversa.

Refutaciones (con algunas preguntas y evidencias)

Este curso, precisamente, mis clases empiezan con frases populares como sube el pan cuando abre la boca, – ¿Es guapo? -Escribe con tildes, por la boca muere el pez… Porque ¿qué destreza hay en el ser humano más usada? El hablar y el hablar tras escuchar, ¡qué casualidad!: nuestro lema de este curso.

Todas las mentes lúcidas se están dando cuenta que sobra la verborrea, llenamos de ruido nuestro día a día y escuchamos, con tanta virtualidad, muy poco; ya ni qué decir de escuchar con la mirada y la empatía. Pero seamos positivos y optimistas: tenemos muchos foros y personas donde la información veraz, la investigación de la verdad (si podemos decir que haya una verdad en minúscula, como dice nuestro Paco, profesor de filosofía), la escucha y la palabra tienen cabida. Uno de ellos es el debate.

La oratoria o el arte de hablar es tan importante como saber comunicarnos, para que llegue lo que queremos transmitir, descrifremos correctamente lo que quieren hacernos llegar. Cierta y peligrosamente también sabemos o podemos pensar que puede servir para convencernos con malas artes. Menos mal que tenemos la educación en el sentido correcto. Y le transmitimos a los alumnos que el debate sirve para intentar acercarnos a la verdad, abrir nuestras mentes y cambiar nuestras concepciones infundadas en cimentadas o en otras que, con investigación, las vemos más lógicas, coherentes, consistentes o más acordes con nuestra propia identidad personal.

Pero vayamos al centro de la cuestión: ¿para qué sirve la actividad extraescolar de debate?, me preguntaba Javi (Vives), responsable de redes y la web, al plantearme este artículo. Sirve para mucho más que lo mencionado, menos profundo y más humano: para divertirnos, para conocer a personas afines en inquietudes, para hacer amigos, para tener experiencias diferentes, para aprender a perder y a ganar, para crecer en humildad, confianza en uno mismo y en el compañero, aprender de la actualidad, conocimiento propio y mutuo, empatía.

Un debate en sí requiere tanto que nos va a servir para el futuro… Ni te imaginas, si me permites tutearte, cuántos compañeros profesores de nuestro colegio y de muchos otros repiten: Ojalá hubiera tenido la oportunidad de tener Oratoria y Debate cuando estudié. Para romper la timidez, en unos casos; para saber comunicarse mejor o explicarse mejor, en otros.

¿Y qué más? No he dado pocas razones en mi texto argumentativo, que parezco defender la postura a favor de un torneo de debate sobre el mismo Debate. Pues enumero: uno: Preparación, el valor del trabajo previo y concienzudo tiene su recompensa; dos: templanza, a la hora de exponer; tres:  saber estar con todo tipo de personas y en toda clase de situaciones; cuatro: superar las dificultades e imprevistos que te surjan, enfrentarte con tus miedos; cinco: tener y mostrar educación con todos; seis: modestia en la victoria, y en la derrota asumir y buscar los puntos de mejora; siete: ilusión en saber más, ganar…

¿Cómo enfocamos toda esta maravilla en la práctica? Desde la experiencia: jugando, hablando, debatiendo, apuntándonos a un bombardeo, porque experimentando se aprende el doble, como sugiere el lema del club (educar desde la experiencia). En redes sociales, en  https://www.maristasmalaga.com/blog/tag/debate/ y El Blog del Club Maristas Málaga pueden seguir nuestras andanzas.

Conclusión

Y aquí llega mi turno de conclusor, para hacer un breve recorrido por lo que ha sido este simulacro de debate pasando por sus diferentes partes, en las que he tratado de demostrarles, pongámonos formales para acabar, las bonanzas de la Oratoria y el Debate. Espero que mi equipazo y yo hayamos respondido a todas sus inquietudes y evidenciado con sólidos argumentos nuestra línea argumental, con la que hemos defendido con un rotundo sí la postura a favor de la pregunta del debate: ¿Es la Oratoria y Debate una fantástica manera de crecer académica y personalmente?

 

Quizás en un tiempo me reúna, ya no con Pablo, Javi, Clemen y Ana, sino con Carmen, Darío, Salva, Marta, Mar… y no hablemos de las mismas clases, notas, victorias, trofeos… incluso experiencias, pero lo que es seguro es que tendrán también el sentimiento y la memoria de lo mucho que crecieron divirtiéndose.

Confiamos que hayan disfrutado del discurso. Muchas gracias por su atención. Nos vemos en los atriles.